
El objetivo de los Reyes Magos es llevarle al éxito. Tras una profunda deliberación le traerían una organización con un equipo financiero preparado para el futuro con las últimas tecnologías, y con iniciativas que le permitan alcanzar los objetivos referidos y adaptarse a los cambios del mercado.
- Entonces, ¿Por qué invertir en aplicaciones tecnológicas?
El uso de aplicaciones tecnológicas en todas las industrias es cada vez más frecuente. No obstante, muchas organizaciones aún no se han sumado a la implementación de estas soluciones tecnológicas de negocio. Hablamos, sobre todo, de pequeñas y medianas empresas que no se atreven a dar el paso por temor a arriesgarse y no obtener nada a cambio. Pero la realidad es que muchas no son conscientes de que el verdadero ahorro y, por tanto, la ganancia, es parte de la cosecha de la instauración de aplicaciones tecnológicas.
Podría incluso decirse que, en la actualidad, ya no representa un lujo el hecho de que una empresa disponga de soluciones tecnológicas para gestionar su empresa, o su departamento o parte de su trabajo diario, sino que es más bien de una necesidad. Tanto es así, que las compañías que no hayan invertido en esta materia, pueden ir, sino lo han hecho ya, despidiéndose de resultar competitivas a ojos de sus clientes.
Los argumentos a favor son innumerables, independientemente del tamaño o la actividad de la organización, la instauración de aplicaciones tecnológicas permitirá que las empresas obtengan beneficios tales como:
- Mejora la comunicación interna
La conexión ininterrumpida de los empleados entre sí, mejora la organización y evita problemas producidos por falta de coordinación.
- Aumento de la satisfacción del cliente
Al agilizar los procesos de trabajo, las posibilidades de no recibir el producto/servicio a tiempo son mínimas; además las diferentes aplicaciones tecnológicas ofrecen otras muchas opciones como por ejemplo poder anticiparse a una queja por un retraso, o la posibilidad de disponer de un servicio de atención al cliente constante sin necesidad de desplazamientos, y muchas más.
- Aumento de la productividad
La automatización de ciertos procesos de trabajo libera a parte del equipo de tareas pesadas, pudiendo invertir sus esfuerzos en actividades destinadas a mejorar los servicios de la compañía.
- Considerable ahorro costes
Como hemos apuntado anteriormente, muchas compañías temen invertir en tecnología por el coste que supone a priori, no obstante, la recuperación de esta inversión no es tardía y supone cuantiosos beneficios financieros para el negocio.
- Mayor control del proceso de trabajo
Las aplicaciones tecnológicas permiten identificar errores a tiempo, saber en qué punto del proceso existe una mayor ralentización, conocer en tiempo real cuál es la falta de stock, etc.
Especial mención requieren las soluciones Cloud, en las cuales el crecimiento del gasto en TI empresarial para soluciones en la nube será más rápido que el crecimiento de las soluciones de TI tradicionales (no basadas en la nube), lo que hace de la computación en la nube una de las fuerzas más revolucionarias de los mercados de TI[1].
